RSS - Bitácora y Vida A Bordo de las Actividades Destacadas de La Armada - https://armada.defensa.gob.es/ http://www.armada.mde.es Bitácora y Vida A Bordo de las Actividades Destacadas de La Armada. es-es http://www.armada.mde.es <![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-18 / Vida a Bordo ]]>

Comienza una nueva singladura en demanda de Panamá, recibiendo la noticia de que se adelanta la entrada en puerto al 7 de mayo.

La poca intensidad de viento obliga a cargar las velas de cruz y a dar máquina. Mantenemos un aparejo de cuchillo hasta foque con todo cazado al medio intentando aprovechar al máximo esos vientos suaves de componente norte que se han mantenido constantes a lo largo de todo el día. Poco a poco, a medida que navegamos al sur, se empieza a notar nuevamente el calor propio de latitudes inferiores.

Continúan las intensas jornadas lectivas para Guardiamarinas. Comienza el día con la puesta en marcha por parte del nuevo profesor, D. Guillermo Lareo, de la asignatura de máquinas de fluidos, la cual servirá de gran ayuda para entender diferentes sistemas que componen el barco. Continuamos la mañana con asignaturas militares como Historia, Logística, Liderazgo e incluso Derecho. Al finalizar la mañana, y puesto que el cielo despejado lo permitía, los Guardiamarinas salimos a castillo a observar la meridiana, para posteriormente realizar los cálculos oportunos y situarnos en algún punto del vasto Océano Pacífico.

Finaliza la jornada y algunos aprovechan para descansar, para hablar con sus familias o para hacer deporte. Tras el reparto de la cena y la calle de la tapa, a la cual solo un número de afortunados pueden acudir, da comienzo el tradicional concierto diario. Como todos los jueves, el concierto finaliza con nuestro querido “Paquito el chocolatero”. Algún miembro de dotación y Guardimarina le echan valor y se hacen con un bombo y unos platillos para apoyar a la banda mientras suena la canción. El resto, les perseguimos alrededor de cubierta cantando y saltando, reforzando así el vínculo entre todo el personal de a bordo, tan necesario para una buena convivencia durante la navegación.

No me quiero despedir sin antes mandar un fuerte abrazo a mis familiares y amigos, en especial a mi hermana Sofía. En nada nos vemos “carva”.

Nos encomendamos a la Virgen del Carmen para que nos acompañe y nos proteja a lo largo de toda la travesía.

En el Océano Pacífico, en demanda de Balboa y a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 18 de abril del 2024.
Guardiamarina de Primero Andrés Ayán Durán

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-10 / Vida a Bordo ]]>

Continúa la travesía a San Diego por el pacífico, esta vez ya fondeados en la propia bahía de San Diego. La meteorología en el día de hoy mejora crecientemente con respecto a los días anteriores de navegación, aclarando el cielo y mostrándose un día soleado que trae con sigo un amaine del viento, también producido por encontrarnos inmersos en la bahía.

El régimen del día de hoy es de intensivo, por lo que significa sacar brillo a el buque para que nuestros queridísimos invitados y la gente que venga a visitarlo lo vea en el mejor estado de revista posible. A esto dedicamos toda la mañana.

Posteriormente, ya en la comida podemos disfrutar del fútbol con los dos partidos de la Champions league entre el Barcelona vs PSG, y el Atlético de Madrid vs Dortmund, lo cual, como aficionado rojiblanco, me complace decir que ganamos 2 a 1 frente al Dortmund.

Tras la comida, muchos como yo salimos al alcázar y aprovechamos la cercanía a costa para llamar a nuestros familiares después de esta corta pero intensa navegación. En mi caso, tuve la suerte que me cogiera el teléfono mi madre, eufórica, debida a que también estaba presenciando la victoria del Atlético de Madrid y mi hermana pequeña Silvita, la cual no dudó en acercarle el teléfono a mi queridísimo perro para que pudiera verlo.

Por la tarde, realizamos dos exámenes. El primero fue de Navegación y el segundo fue de Formación militar básica. Tras esto y antes de la cena, nos dedicamos a darle los últimos retoques al buque antes de la entrada a puerto.

Por último, tuvimos la suerte de que nuestro equipo de cocina cerrase el día con un plato que nunca falla, hamburguesa completa con patatas fritas.

Antes de despedirme quería mandar un abrazo a todos mis familiares y amigos, especialmente a mi amigo Jaime, el cual se encuentra en una situación complicada.


A bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 10 de abril del 2024.
Guardiamarina de Primero Javier Cervera Saenz de Santa María

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-08 / Vida a Bordo ]]>

Comienza la jornada en demanda del puerto de San Diego y como cualquier lunes empieza la mañana para algunos no tan bien tras una dura guardia de alba.

Continuamos navegando con viento frescachón por la proa con el aparejo reducido al cangrejo mayor popel antagallado a la segunda faja de rizos y con trinquetilla. El barco sigue moviéndose sin parar de una lado hacia otro y de la misma manera continúan los guardiamarinas acostumbrándose a malos días de mar.

Por la mañana tuvimos tiempo de preparar conferencias y exámenes que nos vienen por la proa y, tras la comida daban comienzo las conferencias de San Diego. En estas conferencias los compañeros de la cuarta vigilancia nos expusieron la recalada de navegación, la conferencia de seguridad y la recalada cultural de la ciudad. En la recalada de navegación nuestros compañeros nos expusieron con todo detalle tanto el fondeo del día previo, la entrada y la salida de puerto, así mismo dieron a conocer al equipo de navegación que estará en puente durante la entrada y salida de puerto. En cuanto a la conferencia de seguridad, nuestro compañero infante de marina de la cuarta vigilancia nos expuso con todo detalle los peligros de seguridad con los que podemos hacer frente en la ciudad y como tratar con ellos. Por último y no menos importante la recalada cultural nos dio una idea de lugares que visitar durante nuestra estancia en puerto así como los mejores sitos para pasarlo bien después de duros días de navegación.

Una vez acabaron las conferencias, ya se empezaron a ver a los primeros deportistas subir a cubierta para, aguantando el equilibrio por el movimiento del barco, poder mover un poco el cuerpo y despejar la mente. También se ve por cubierta a algún que otro lector interesado en sus páginas o incluso corrillos de gente planeando su pequeña escapada a San Diego.

Llegaba la hora de la cena y es el momento en el que los guardiamarinas se sientan en sus mesas y esperan ansiosos lo que el espectacular equipo de cocina de a bordo ha preparado. Esta vez nos sorprendieron con un puré de verduras y con un espectacular revuelto ibérico que pocas personas podrán probar.

Terminada la cena la cámara poco a poco se va vaciando y con ello el día se va acabando. Debido al movimiento en cubierta no hubo el tradicional concierto de la banda de música y ya solo quedan unos pocos que tienen conferencias que preparar o algunos otros que se quedan estudiando para futuros exámenes.

No quería antes acabar sin mandar un saludo a mi padre, a mi madre y a mi hermano a los que les agradezco enormemente el cariño que me transmiten todos los días y a los que espero ansioso en el famoso muelle de torpedos. 

En el Océano Pacífico, en demanda de San Diego y a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 8 de abril del 2024,

Guardiamarina de Primero Alejandro Serrano Montesinos

 

 

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-07 / Vida a Bordo ]]>

Comienza domingo en demanda del puerto de San Diego con su diana tardía que para muchos ese tiempo de más sabe tanto a gloria como a alivio al saber que es día de descanso.

Continúa nuestro temporal y hoy hemos tenido que arriar el cangrejo del trinquete, quedando de velamen la trinquetilla y el cangrejo del popel. A pesar del continuo zarandeo, del viento y de las olas, el barco continúa con rumbo claro y firme en contra de toda ola para llegar a San Diego en el día esperado.

Debido al oleaje y al viento no hemos podido tener en cubierta el Santo Sacrificio de la Misa que se celebró en cambio en la cámara de los guardiamarinas; y tampoco el concierto característico de los domingos se ha podido suceder, concierto en el que los músicos nos dan un refresco tanto de pasodobles españoles tan míticos e incluso canciones actuales o clásicas de las que todos conocemos la letra.

Así, hemos podido sacar horas para leer, escribir cartas, jugar a algún juego de mesa como el Catán y sobre todo, estudiar, sobre todo los valientes guerreros que mañana pelearán quitarse por fin una asignatura y a los que les deseamos suerte, vista ¡y al toro!

Como es costumbre española un domingo, desde cocina nos han alegrado la comida ofreciéndonos un exquisito arroz con marisco y un solomillo de cerdo acompañado de champiñones. Y para nuestra sorpresa, semejante manjar venía acompañado de un magnífico helado de vainilla, lujo del que no solemos disponer y que nos ha traído una gran sonrisa.

Hemos aprovechado muchos y yo personalmente a contactar con nuestros seres queridos mediante Whatsapp que siempre supone una gran alegría y aliento capaz de mantener la moral y las ganas altas.

Quiero aprovechar también para lanzar una reflexión sobre el compañerismo. En la milicia el compañerismo es fundamental y es muy marcado, en la Armada este compañerismo se lleva hasta su más profundo significado pues de él depende toda la convivencia dentro del buque. Pero esta camaradería, que tanto nos caracteriza, no se obtiene de la noche a la mañana, supone un arduo trabajo de paciencia y templanza que lo hace posible.

No quería acabar sin antes mandar un afectuoso abrazo a mis padres, a mis hermanos, cuñados, sobrinos y sobre todo a mi novia, María. A quienes agradezco profundamente el apoyo y de quienes sé el sacrificio que supone la lejanía pero en quienes confío plenamente y espero ver en el muelle cuando alcancemos España.

En el Océano Pacífico, en demanda de San Diego y a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 7 de abril del 2024,

Guardiamarina de Primero Ramón De Meer Méndez

 

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-06 / Vida a Bordo ]]>

Comienza el día una vez más con el característico toque de diana a las 0700 horas huso horario S, dando el pistoletazo de salida a una nueva singladura surcando el Pacífico en demanda del puerto de San Diego.

Habiendo dejado atrás el caluroso recibimiento de nuestros hermanos latinos  y pasado el común episodio de añoranza tras abandonar puerto, ponemos proa a California y motivados por la corta travesía que nos separa de dicho rincón del planeta abrazamos el periplo con fuerza.

Durante el día de hoy nos hemos visto envueltos en un temporal obligándonos a reducir el velamen a tan solo trinquetilla y a los cangrejos del trinquete y popel. El viento y la mar han arreciado a lo largo de la mañana zarandeando el casco en todas direcciones pero con la proa firme en el destino esperado.

Las clases comienzan según lo previsto a las 0800 hasta las 1235, impartiendo materias relacionadas con historia naval, logística o derecho marítimo. Lecciones que actúan como piedra angular que poco a poco forjan el carácter y templanza de los oficiales de la Armada con el objetivo de transformarlos en los mejores profesionales posibles.

Dependiendo de la hora de la meridiana (hora a la que el sol alcanza su cénit) observan unos guardiamarinas u otros divididos en dos turnos de comida, el primero a las 1300 y el segundo a las 1400. Tras haber tomado las observaciones si se dispone del valioso tiempo se trata de descansar lo posible antes del comienzo de las clases a las 1600.

A dicha hora, continúan las clases militares hasta las 1735. Sin embargo, al ser sábado solo impartimos clases por la mañana, teniendo la tarde libre para realizar deporte o cualquier otra actividad de ocio.

Así pues, tras una ardua semana de trabajo y clases ponemos fin a la semana a lo que asignaturas se refiere, compaginando por supuesto las susodichas con las responsabilidades y obligaciones que reposan sobre nosotros en las guardias de mar.

A título personal y como reflexión, creo que cada guardiamarina embarcado hoy aquí es incapaz de explicar con palabras la profunda felicidad que sentimos al estar embarcados en nuestro Embajador y Navegante. Conviviendo y aprendiendo como se ha hecho durante tantos siglos y estrechando los lazos que nos unen con estas aguas y con la valentía de aquellos marinos que nos precedieron.

No quería acabar sin antes mandar un afectuoso abrazo a mis padres, a mi hermano Juan y a mi novia Teresa. Soy plenamente conocedor de la dureza de la distancia pero el tiempo corre veloz y cuando por fin diviséis la silueta del Juan Sebastián de Elcano en el horizonte regresando a Marín, nos daremos cuenta de que la espera siempre mereció la pena.

A bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 6 de abril del 2024,

Guardiamarina de Primero Félix Castejón Clar

 

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-05 / Vida a Bordo ]]>

El otro día, en el puerto de Manzanillo, compré una linterna. No era la más duradera, ni siquiera la más potente, pero iluminaba, y eso era lo que estaba buscando. Una herramienta que guíe en la oscuridad.

Apenas despuntaba el alba, comenzaba el habitual ajetreo de a bordo. Los marineros acudían a sus respectivas obligaciones en trabajos de cubierta, cocina o máquinas. Los oficiales atendían los asuntos relativos a la navegación del buque y los guardiamarinas se acicalaban para asistir a la revista de policía.

Por mi parte, algunos de nosotros fuimos a exponer al señor comandante y a los tenientes de navío las condiciones meteorológicas que se preveían hoy. Entre las lecciones que hemos aprendido, me quedo con actualizar las fuentes meteorológicas para que sean lo más precisas posibles.

Nos uníamos después, con el sueño del que ha trabajado duro en la nocturnidad del Pacífico, a las clases de la mañana. Uno pudiera pensar que, en tal situación de fatiga acumulada, nos estaríamos debatiendo entre el sueño y la vigilia. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, la clase de Historia del páter resultó ser sumamente interesante –concerniente a la fabricación de buques de guerra en el siglo XVIII-, y nos mantuvo en vilo durante toda la hora.

A la hora de la meridiana, prestos y dispuestos con nuestros sextantes, acudimos al alcázar para tratar de intuir nuestro lugar en el vasto mundo. Y, aunque la filosofía trata de resolver esta pregunta con bastantes dificultades, los marinos sabemos que la respuesta está en los astros. Siempre hemos sabido que, con una precisa latitud y longitud, el enigma está resuelto.

La comida fue deglutida sin miramientos en cuanto osó plantarse en la mesa. Acto seguido, perpetuamos en nuestras carnes la viva tradición hispana de la siesta. Nos levantamos de ésta conscientes –algunos tardaron unos minutos en estarlo- de que acontecía a continuación algo inusual: ensayo de canto. La banda de música invadió nuestra cámara y, con ayuda de nuestros bajos y tenores, célebres pasodobles inundaron la estancia. “Soldadito español” o “Banderita” fueron algunas de las canciones que cantamos.

Rielando la luna sobre la mar, concluye el día. Ha sido un intenso, como tantos otros a bordo. Podría perderse entre los demás días, como un documento que se traspapela. La clave está en saber encontrar esa linterna adecuada que nos arroje algo de luz y nos permita apreciar la belleza de la rutina

Por no aburrir a los pacientes lectores, concluyo mandando un fuerte abrazo a mi padre y a mis hermanos y un cariñoso beso a mamá y a Manuela. Me encomiendo a María, la Virgen del Carmen para que nos vele y ampare con su manto.

En un lugar conocido del vasto mundo, Océano Pacífico, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 5 de abril del 2024,

Guardiamarina de Primero Javier de Zulueta Cuquerella

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-04-03 / Vida a Bordo ]]>

Primer día de navegación en demanda del puerto californiano de San Diego. Comienza el día, tras la revista de policía personal y de sollados, con clase de historia. Tras el bocadillo, una dura clase de meteorología en la que se habla del tema de estabilidad e inestabilidad atmosférica. Posteriormente, algunos de nuestros compañeros nos han expuesto una conferencia acerca de la expedición llevada a cabo por el médico Francisco Balmis junto a la enfermera Isabel Zendal, cuyo objetivo era que la vacuna de la Viruela llegase al continente americano.

El segundo turno de comida ha sido el encargado de observar la meridiana de hoy con el sextante. Tras el almuerzo y un pequeño período de descanso, a las cuatro de la tarde dan de nuevo comienzo las clases. En el día de hoy hemos iniciado una nueva asignatura, logística operativa, y hemos continuado más tarde con las presentaciones de formación militar, en las que tratamos las numerosas misiones que llevan a cabo actualmente las Fuerzas Armadas Españolas fuera de nuestras fronteras.

Con la finalización de clases, la cámara de guardiamarinas sigue ocupada por aquellos que deciden estudiar el examen de maniobra de mañana. A alguno que otro nos ha cogido el toro ya que no creo que muchos hayan hecho uso de sus apuntes en las calurosas playas de Manzanillo.

Con algo de mar y viento, pero con un precioso atardecer con cielos rosados y con sándwich de pollo de cenar, finaliza el día.

Aprovecho, como siempre, para mandar un fuerte y cariñoso abrazo a mis seres queridos, agradeciéndoles su apoyo y esperándoles a nuestro regreso. Nos encomendamos a la Virgen del Carmen para que nos guíe y acompañe en esta corta singladura y en lo restante de crucero de instrucción.

 

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 3 de abril del 2024,

Guardiamarina de Primero Álvaro Tortosa Montalvo

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<![CDATA[ Cuaderno de bitácora / 2024-04-02 / Bitácora ]]>

¡Hola de nuevo!

Ha pasado prácticamente un mes desde la última vez que os conté… La verdad que ha sido un mes yendo a contrarreloj, exprimiendo cada momento al máximo. La segunda parte de esta Campaña Antártica empezó con retrasos en los vuelos y, por tanto, en la llegada del personal por lo que los proyectos tuvieron que sufrir modificaciones para poder adaptarlos al tiempo del que se disponía. Hemos permanecido prácticamente todo el mes en proximidades de Isla Decepción, donde se desarrolló uno de los proyectos. Además, continuamos con el continuo apoyo logístico de movimiento de personal entre bases.

Fueron días largos, de largas horas en la embarcación tomando muestras en diferentes puntos, varios arriados de equipos científicos al día, movimientos de personal… con todo ello, conseguimos prácticamente haber hecho lo mismo que lo que estaba planificado a pesar de los retrasos sufridos.

El día 23 - tras retrasarlo por meteorología – salió el vuelo desde isla Rey Jorge en el cual desembarcaban los últimos científicos, finalizando así los proyectos de esta Campaña. El siguiente hito consistía en el cierre de las dos bases antárticas españolas hasta la siguiente Campaña, periodo muy intenso (como en la apertura) donde se embarca de nuevo todo el material y los residuos generados. El día 24, tras realizar el cierre de ambas y embarcar al personal, pusimos rápidamente rumbo a Ushuaia a máxima velocidad ya que, una enorme borrasca acechaba el mar de Hoces la cual traía olas de hasta 10 y 12 metros.

De esta forma, se adelantó la escala en puerto. Llegamos a Ushuaia el día 27 de marzo, unos días antes de lo previsto, permitiéndonos descansar un poco más después de este acelerado mes.

Mañana por la mañana saldremos de puerto en demanda de Buenos Aires, último puerto previo al cruce del Atlántico.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-27 / Vida a Bordo ]]>

Comienza un día más a bordo del B/E Juan Sebastián de Elcano en demanda de nuestro siguiente destino: Manzanillo, Méjico. Hoy es un día importante, pues los guardiamarinas tenemos examen final de FOE (Fundamentos de la Organización Empresarial), asignatura del CUD que estamos recibiendo a bordo.

El examen nos ocupa toda la mañana y aprobarlo supondría tachar una asignatura más en nuestro grado de ingeniería mecánica, esperemos que el Sr. Rodríguez, nuestro profesor, sea benevolente con las correcciones.

Tras el turno de comida, la observación de la meridiana y un más que merecido descanso, nos reunimos todos los alumnos y oficiales en la Cámara de guardiamarinas para recibir las diferentes conferencias sobre nuestro siguiente destino, conferencias de navegación, seguridad y cultural.

Por la noche observamos el crepúsculo vespertino y a última hora, sobre las 21.30 se realiza un Vía Crucis por cubierta con motivo de la celebración de la Semana Santa donde algunos guardiamarinas voluntarios portan un pequeño paso y se hacen diferentes estaciones de penitencia.

No querría acabar sin antes mandarle un fuerte abrazo a toda mi familia, y de nuevo en especial a mi madre que lee este diario todos los días esperando que sea yo quien los escriba.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 27 de marzo del 2024,

Guardiamarina de Primero Thomas Waggott Suárez

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-25 / Vida a Bordo ]]>

Comienza otro día más a bordo del B.E. Juan Sebastián de Elcano, en este soleada mañana de lunes santo.

Tras el toque de diana a las 0700, los guardiamarinas nos ponemos en marcha. En menos de una hora, nos encontramos aseados y desayunados en el alcázar, listos para la revista de policía, acto horario en el cuál los guardiamarinas tienen la oportunidad de mostrar su correcta disciplina militar, llevando el uniforme correctamente. Seguidamente, comenzamos una mañana escolar con numerosas asignaturas militares y de la ingeniería mecánica que cursamos abordo.

Después de las clases, los guardiamarinas más cofrades aprovechamos el tiempo que tenemos antes de comer para poder ver en directo las cofradías que se hacen, con suerte, a las calles de Sevilla, a pesar de las abundantes lluvias que se esperan en el día de hoy en España.

A la hora del ocaso formamos todos los guardiamarinas en el alcázar para cantar la oración, y escuchar la lectura de la orden diaria del siguiente día. Posteriormente, da comienzo el primer turno de cena, en el que a la finalización de éste, los guardiamarinas observamos el crepúsculo vespertino para así poder situarnos mediante planetas y estrellas. Finalizado el problema de observación y terminado el último repaso para los exámenes de esta semana, los guardiamarinas con guardia de madrugada nos vamos a la cama a descansar, cogiendo así fuerzas para otro nuevo día lleno de retos y vivencias nuevas.

Antes de finalizar, me gustaría mandar un fuerte abrazo a mi familia y amigos, los cuáles me apoyan constantemente y consiguen que pueda mantener la fuerza e ilusión desde el primer día que salimos de Cádiz.

Finaliza otro día en la mar de este tránsito hacía el nuevo puerto; Manzanillo, México, el cual todos los guardiamarinas esperamos ansiosamente.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 25 de marzo del 2024,

Guardiamarina de Primero Manuel Álvarez-Dardet García de Veas

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-23 / Vida a Bordo ]]>

Comienza un nuevo día en la mar este sábado 23 de marzo.

La rutina empieza una hora después de diana con revista de policía, comprobación diaria de la buena condición del uniforme, que asegura una correcta disciplina y presencia militar.

A 0800 comenzamos las clases, esta vez en grupos reducidos, de la asignatura civil que cursamos esta primera parte del crucero. Tras el periodo de descanso de media mañana, atendemos a una de las numerosas e ilustrativas conferencias profesionales, que forman una parte importante de nuestro adiestramiento y nuestra adquisición de conocimientos, en este caso orientada a los espacios marítimos de interés nacional.

Tras el fin de las clases, gran parte de los Guardiamarinas de Cuerpo General subimos al alcázar a realizar la observación del sol, que nos permite situarnos mediante este astro, y que es parte fundamental de nuestra formación.

Tras la comida llega el periodo de estudio, descanso o tiempo libre, según las necesidades de cada uno, no teniendo clases programadas los sábados por la tarde. Siendo aprovechada en general para adelantar todo el trabajo posible, la tarde transcurre tranquila. Tras la cena, observación del crepúsculo vespertino, que nos permitirá obtener una nueva situación empleando el cielo.

Para terminar el día, dejamos listos los ingredientes que emplearemos mañana mis compañeros y yo para preparar la comida en cubierta.

Me despido deseándoles un muy buen fin de semana de mi parte y de parte de toda la dotación del Juan Sebastián de Elcano.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 23 de marzo del 2024,

Guardiamarina de Primero Pablo Araújo Raña.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-21 / Vida a Bordo ]]>

Comenzamos un día nuevo en nuestra singladura Santo Domingo, República Dominicana – Manzanillo, Méjico. La dotación del barco y los guardiamarinas se despiertan al son de la bonita melodía del chifle a 0700, Ohío-ío-Ío, diana, diana. Los de la primera vigilancia de guardiamarinas, mi vigilancia, nos despertamos unas horas antes para montar la guardia de alba (0400-0800).

Al salir de guardia, el barco ya lleva un rato despierto, preparando las balleneras para desembarcar al calmado Océano Pacífico, valga la redundancia de su nombre, y remar un rato. Tras una serie de regatas, durante las cuales se mostró un intenso espíritu competitivo, nos reincorporamos a las clases del día, comenzando con una conferencia sobre la construcción naval del siglo XX, impartida por algunos de nuestros compañeros. Tras la exposición de dicho trabajo, tuvimos maniobra general para izar y cazar cangrejos y así poder seguir navegando a vela.

Mamá, la comida de hoy, como la de todos los días ha estado muy rica, arroz con tomate y chuletón. Aunque no llega al nivel de la casa de la abuela, el equipo de cocina se encarga siempre de preparar todo con cariño e ilusión.

Por la tarde hemos tenido clase de Maniobra, en la que hemos repasado conceptos que deberíamos saber, así que ha sido bastante amena, que viene muy bien siendo una clase justo después de comer.

A fin de trabajos hemos salido a hacer deporte para contrarrestar el arroz y el chuletón, y realizamos el tradicional y bonito acto de oración justo antes de la cena. Hoy no me ha tocado observar, así que me ha dado tiempo para organizar mi lavandería e irme a la cama temprano. Sobre las 2115, tiembla la cubierta a ritmo de “Paquito el chocolatero.” El concierto de los jueves siempre acaba con esa ronda por cubierta al ritmo del pasodoble y anima mucho a la promoción.

Y hasta aquí el día de hoy, no quisiera despedirme sin antes aprovechar la oportunidad de darle un cariñoso saludo a mis tres hermanas, Vito, Merchi y Almu, y a mis padres.

¡Un abrazo muy fuerte a todos!

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 21 de marzo del 2024,

Guardiamarina de Primero Carlos de la Puente Álvarez

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-19 / Vida a Bordo ]]>

Comienza otro martes más navegando a bordo del Juan Sebastián de Elcano. La diana, a 0700 como todo día laborable, se hace un poco menos amarga al recordar que solo quedan 10 días para atracar en Manzanillo, que será el cuarto puerto del crucero.

Después del desayuno –y del primer café del día-, muchos guardiamarinas repasan con ansia sus apuntes antes del examen de empresa; otros, los menos, aprovechan los minutos previos a la prueba para desconectar y rebajar la tensión con alguna broma. Tras las clases y a finalización de las actividades de la mañana, la mitad de ellos toman la meridiana para hacer la primera situación del día, mientras que el resto –afortunados se mire como se mire- pueden empezar a dar cuenta de las costillas con las que cocina palia las vicisitudes de la vida a bordo.

Durante la tarde estaba previsto que los alumnos realizasen actividades de diversa índole con las tradicionales balleneras, pero el Pacífico tenía otros planes, imposibilitando la maniobra con las primeras rachas de viento desde hacía un par de días. Como actividad alternativa, se pone en práctica la maniobra para dar los triángulos de capa, transcurriendo así la totalidad de la tarde.

A 1900, tras adecentarse después de una tarde de mucho trajín, la brigada de guardiamarinas al completo canta la oración en el alcázar, acompañados por la banda de música y leyéndose a continuación la orden de mar para el día siguiente. En esta se puede consultar información relevante como lavandería o la minuta, que suele ser el principal atractivo...

El día finaliza como tantos otros desde que salimos de Cádiz, con la cena, el posterior concierto en cubierta y como no podía ser de otra forma, con los guardiamarinas resolviendo el problema de estrellas del día.

Un saludo para nuestros familiares y amigos, que nos apoyan cada día desde España.

 

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 19 de marzo del 2024,

GM1º Manuel Peláez Gómez.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-15 / Vida a Bordo ]]>

Comienza un nuevo día en la mar con el toque de diana, siguiendo con un desayuno que nos dará la fuerza necesaria para afrontar con energía el resto de la jornada. A primera hora de la mañana, levamos fondeo para adentrarnos en el tan ansiado cruce al canal de Panamá.

El horario lectivo de hoy ha sido algo distinto a lo habitual, el ambiente que se respiraba entre los guardiamarinas era de una gran expectación y curiosidad por el hito que se estaba llevando a cabo y el Sr. Rodríguez, profesor del CUD, lo sabía perfectamente por lo que las clases de por la mañana fueron algo más breves de lo que nos tiene acostumbrados.

La mañana fue marcada por la constante subida y bajada de palos de no únicamente guardiamarinas, sino también algunos miembros de la dotación que no quisieron perder la oportunidad de subirse a los palos aunque sea por un momento breve para vivir la experiencia del cruce de manera distinta.

La llegada a la primera de las esclusas, la esclusa de Gatún, nos introdujo la magnitud de la obra de ingeniería de la que se trata el canal. La gran mayoría de los presentes no habíamos vivido nada parecido en nuestras vidas; las dimensiones, la maquinaria y la precisión que requería cada proceso era algo sin ningún parecido a nada que hayamos visto en nuestra estrecha experiencia como jóvenes marinos.

Ya cerca del medio día nos adentramos en el lago Gatún, este se trata de un lago natural situado en medio del canal con elevación sobre el nivel del mar, de ahí el uso de las esclusas, por el que pasan diariamente todo tipo de barcos de distintos tamaños y formas. Sus dimensiones son realmente grandes, y muchos podrían decir que se asemeja más a un mar, ya que cuenta con un entramado de islas en su interior que lo hace un escenario digno de película.

El tránsito por el lago termina después de la hora de la comida con la llegada a la exclusa de Pedro Miguel la cual exigió al equipo de navegación  dar el máximo de sí ya que el fuerte viento dificultaba la maniobra de manera notable. Tras esta tuvo lugar un breve fondeo a la espera de que nos abrieran paso para la última exclusa, la de Miraflores.

Durante este fondeo tiene lugar el examen de Meteorología, y a medida que íbamos terminando se empezaron a levar anclas y nos empezamos a adentrar en la exclusa de Miraflores; los más rápidos en terminar no quisieron perder la oportunidad de subirse a los palos una última vez contemplando por la banda de babor el inmenso skyline de la ciudad de Panamá.

Como reflexión personal, creo que somos unos afortunados con todas las experiencias que nos está brindando este viaje, lo que hemos vivido hoy no lo han vivido personas que se han pasado toda la vida en la mar. En este viaje viviremos experiencias que es muy probable que no volvamos a experimentar en nuestras vidas por lo que hay que exprimirlas al máximo y sacar el mayor provecho de las mismas.

Para terminar mando un fuerte abrazo a mis padres y a mi hermana que, aunque crean que no porque no les mando las suficientes fotos, me acuerdo todos y cada uno de los días que pasan de ellos, que sepan que sigo vivo y más contento que nunca.

 En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 15 de marzo del 2024,

GM1º Julián Garófano Gª-Cubillana.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-14 / Vida a Bordo ]]>

A primera hora de la mañana fondeamos en la entrada del Canal de Panamá con el objetivo de, a lo largo del día de mañana, 15 de marzo, realizar el tránsito por el canal rumbo al Océano Pacífico.

A lo largo del día de hoy el viento se ha mantenido fresquito y hemos tenido una mar marejadilla gracias al resguardo que nos ofrece el dique que se encuentra en la entrada del Canal. Durante la mañana hemos continuado con las materias militares, navales y civiles, aprovechando el tiempo de estudio disponible para adelantar todo el trabajo posible, dado que los siguientes exámenes se encuentran muy próximos por la proa.

Durante las clases de la tarde continuamos con las materias de maniobra y navegación. Todos los días, antes de que comience la misa voluntaria a las 1800, los guardiamarinas se rotan según el nivel de inglés para dar una pequeña clase dirigida por Jack, un oficial de la Royal Navy que convive con nosotros desde la salida de Fortaleza.

Finaliza el día con la oración y con la tradicional lectura de la orden diaria desde el alcázar, a la cual hemos asistido todos los guardiamarinas para poner broche a la jornada de trabajos. Posteriormente ha tenido lugar el reparto de la cena, durante la cual hemos aprovechado la cercanía a costa para planear y reservar algunas actividades para hacer en nuestro próximo puerto, Manzanillo.

Para finalizar el día, los guardiamarinas hemos asistido al concierto como cada noche, pero como de costumbre los jueves son algo especiales, ya que nos juntamos todos y damos una vuelta al barco abrazados bailando al ritmo de Paquito El Chocolatero.

A pesar de que parece que fue hace dos días cuando nos despedimos de nuestros familiares en Cádiz, han pasado ya más de dos meses desde entonces. No obstante, a diario tratamos por todos los medios posibles de contactar con nuestros seres queridos para que nos cuenten como se encuentran y como está todo por nuestra querida y alejada patria. Recibir un mensaje de buenas noches de una madre da fuerzas para otros 6 meses más navegando.

Es por ello, que me gustaría utilizar este mensaje para daros las gracias a todos esos padres y hermanos que os habéis quedado en España, que a pesar de que estamos a miles de millas de casa, hacéis cada día con vuestros mensajes que nos sintamos como si estuviéramos ahí con vosotros a vuestro lado.

Personalmente, mando recuerdos a mis padres y a mi hermana. Soy consciente de que este tiempo separados supone un mayor esfuerzo para vosotros que para mí, sin embargo, los 4 nos veremos compensados cuando nos fundamos en un gran abrazo el día de la llegada a Marín. Antes de este momento, me quedan muchas aventuras por vivir y otras tantas millas que navegar para poder contaros cientos de historias a mi regreso a casa.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 14 de marzo del 2024,

GM1º Salvador Rendo García.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-12 / Vida a Bordo ]]>

El día de hoy ha comenzado, como no podría ser de otra manera, al toque de diana de las 0700 horas en huso Q, mediante el cual se rigen todos los actos horarios a bordo de nuestro Embajador y Navegante. Tras el icónico chiflido, ha dado comienzo un día de lo más variado y apasionante, donde se han sucedido distintas actividades con la volatilidad que caracteriza un día de singladura.

Continuamos en demanda del puerto de Manzanillo, en Méjico, con toda la dotación todavía sumida en el sentimiento de añoranza de Santo Domingo, que creo poder asegurar que no dejó indiferente a ningún marino de este Bergantín-Goleta. El siguiente hito a alcanzar también colma de ilusión a todos aquellos que lo realizamos por primera vez en nuestra carrera, el cruce del Canal de Panamá, a dónde nos aproximamos con la curiosidad de observar cómo se desarrolla la secuencia de paso por una obra de ingeniería de envergadura semejante y reservada para marinos afortunados, como lo somos nosotros. 

El tiempo hoy se ha mantenido estable y agradable durante toda la jornada, con un viento fresco que ha propiciado la reducción de aparejo durante el día para ir ajustando la velocidad al calendario de acaecimientos que debemos cumplir con rigurosidad.

Para nosotros, los guardiamarinas, el día de hoy se presentaba como un día que nos iba a seguir sumiendo poco a poco en la rutina propia del tránsito entre puertos y, sin embargo, hemos sido sorprendidos por una Maniobra General con el fin de realizar dos viradas, para el buen adiestramiento de los alumnos y la dotación. En esta maniobra hemos estrenado nuevos puestos, sacándonos de nuestra zona de confort, y reavivando las ganas por aprender y aportar todo lo que podamos. Seguidamente hemos asistido a unas conferencias sobre construcción naval, cruce y seguridad del canal de Panamá. En ellas hemos podido comprobar las horas de trabajo invertidas y la pasión volcada de nuestros compañeros destacando, si me lo permiten, la defensa numantina que han protagonizado los guardiamarinas de la conferencia del cruce del canal de Panamá, ante las cuestiones que nuestros oficiales les han planteado acerca del trabajo realizado.

Para mí personalmente, y creo firmemente que para el resto de guardiamarinas también, la preparación demostrada por nuestros compañeros supone un estímulo inigualable para tratar de alcanzar la máxima rigurosidad, pasión y máximo conocimiento; no solamente en nuestros estudios y conferencias, sino en toda nuestra carrera como marinos al servicio de España.

Ruego a la Nª Sª la Virgen del Carmen que nos siga acompañando y cuidando durante nuestra singladura.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 12 de marzo del 2024,

GM1º Pablo Gallardo Delgado.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-09 / Vida a Bordo ]]>

Comienza la singladura en demanda del puerto de Manzanillo, Mejico.

Tras aprovechar las últimas horas libres de nuestra estancia en Santo Domingo, llega la dotación (entre ellos nosotros, los guardiamarinas) al barco. Rápidamente el buque se prepara para zarpar de puerto y, tras un rato más o menos corto, nos vemos en los tranvías despidiendo con nuestras gorras a todos aquellos que estaban en el muelle para vernos partir. A pesar de haber pasado por esta misma situación ya un par de veces, comentamos entre nosotros que uno nunca se acostumbra a ese momento de abandonar el puerto, sobre todo si este ha sido uno memorable, como es el caso.

Y es que inmediatamente después de bajar de los tranvías, nos vemos envueltos en una maniobra general para izar los ‘cangrejos’ y dotar al buque de lo que le más le caracteriza: velas.

Ya finalizada la maniobra, entra la primera guardia de mar. Comienza entonces para el resto una difícil tarea de reorganización de taquillas para conseguir encajar las compras y regalos adquiridos en el dinámico centro colonial de la ciudad. No siendo todos igual de previsores y teniendo algunos mayor capacidad para la ‘visión espacial’ que otros, conseguimos antes de la cena (para algunos a 1900, para otros una hora más tarde) dejar nuestros sollados arranchados y en buen estado de policía, con todo bien estibado para aguantar los restantes cuatro meses de navegación que nos esperan. Porque hoy, día 9 de marzo, hace exactamente dos meses que la mayoría de nosotros (salvo los afortunados que por proximidad tuvieron un día más) se despidieron de familia y amigos para empezar esta nueva gran experiencia.

Finaliza el día con la observación de estrellas en el crepúsculo vespertino; -retomando costumbres-. Los guardiamarinas se retiran a descansar para coger con ganas el festivo de mañana. Domingo en la mar, día que no paramos de navegar, pero que nos ofrece un pequeño respiro del ritmo constante de clases que vivimos toda la semana. Por suerte o por desgracia, este domingo nos pilla ya descansados (o así debería haber sido, porque efectivamente a veces en puerto se duerme menos que en la mar) y nos ofrece una pequeña prórroga antes de entrar de lleno en la rutina.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 9 de marzo del 2024,

GM1º Daniel Redondo Contreras.

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<![CDATA[ Cuaderno de bitácora / 2024-03-03 / Bitácora ]]>

Tras una más que agradable estancia en el puerto de Punta Arenas, el día 28 de febrero nos hicimos de nuevo a la mar. Cruzamos los canales patagónicos para poner rumbo al continente helado, dando así comienzo a la segunda parte de esta Campaña Antártica, dónde llevaremos a cabo nuevos proyectos científicos y el cierre de las BAEs hasta el año que viene.

Este cruce del mar de Hoces ha sido sorprendentemente bueno, dejándonos a todos mal cuando prevenimos a las nuevas incorporaciones a bordo de lo malo que suele ser.

Los primeros días de esta segunda parte van a ser sobretodo, dedicados al apoyo logístico. Ayer, llegamos a isla Rey Jorge para recoger a personal que llegaba en vuelo al aeropuerto y pusimos rumbo a la base Juan Carlos I, a la que hemos llegado esta mañana. Una vez allí, hemos fondeado y hemos realizado un transporte de personal y material, proporcionándoles víveres y combustible. Además, el personal científico ha aprovechado para realizar una toma de muestras en tierra. Al finalizar, nos hemos ido al campamento de Byers, dónde hemos desembarcado a personal y material científico para poder hacer sus investigaciones.

Parece que fue ayer cuando zarpamos desde Cartagena y ya hemos pasado el ecuador de la Campaña, ¡el tiempo vuela! Actualmente, lo que nos queda por la proa es, finalizar los proyectos y realizar el cierre de las bases antárticas hasta la siguiente Campaña, que tendrá lugar a finales de este mes. Según lo previsto, recalaremos en Ushuaia por última vez del 31 de marzo al 04 de abril, dónde desembarcaremos a todo el personal científico y de la UTM. Tras ello, pondremos rumbo hacia Buenos Aires, último puerto antes de realizar el cruce del Atlántico. Por último, antes de llegar a casa, Cartagena, realizaremos una parada en Canarias.

Rinde la singladura sin más novedad.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-03-01 / Vida a Bordo ]]>

Continúa la travesía en demanda del puerto de Santo Domingo (República Dominicana) a falta de tres días para nuestra llegada a puerto. 

El día comenzó con entusiasmo para todos los guardiamarinas mucho antes del chiflido de la diana, concretamente en el crepúsculo matutino, para realizar numerosas observaciones a las estrellas. La emoción por llegar a puerto está presente en el ambiente mientras desayunamos y conversamos efusivamente en nuestra cámara. Como nunca hay dos días iguales, el aferrado previsto para después de desayunar se pospone debido a las condiciones meteorológicas, con gran decepción de los guardiamarinas…

Después de tres intensas horas de estudio, realizamos el examen de ciberseguridad; para finalizar la mañana con las recaladas del puerto de Santo Domingo.

Tras la comida, el chiflido de maniobra general para aferrado nos sorprende a todos, apresurándonos para llegar a tiempo a nuestros puestos y evitar así ser obsequiados con una o dos cofas. La tarde transcurre rápidamente debido a la alta intensidad de los trabajos y cuando se retira maniobra general, algunos guardiamarinas deciden hacer deporte mientras tienen la suerte de contemplar la belleza del mar y el atardecer en el horizonte.

Finalizaría el día tras la siempre “amena” emisión del telecano, una parodia realizada cada semana por una vigilancia de guardiamarinas diferente, que haría reír hasta a los más malhumorados.

No podría finalizar este diario sin antes despedirme de mis familiares y amigos. Un fuerte abrazo a mi querido Ross y a mi hermana María.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 1 de marzo del 2024,

GM1º Sara Agrelo González.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-02-29 / Vida a Bordo ]]>

El día de hoy demuestra que la vida en la mar es impredecible. Lo que parecía que iba a ser un día tranquilo en el embajador y navegante B/E Juan Sebastián de Elcano, terminó siendo un día en el cual se tocaron dos maniobras generales y se realizaron cuatro viradas en demanda de Santo Domingo.

El día comenzó como cualquier otro, la cámara llena de Guardiamarinas comiendo algo para comenzar el día con energía. Tras unas horas de clase que trascurrieron con normalidad y con la mayoría de alumnos ya preparados para la clase de deporte, se tocó maniobra general. Muchos nos vimos obligados a correr a por el arnés, ya que la situación lo requería. Durante ese tiempo tres alumnos pudieron demostrar sus conocimientos marineros realizando tres magníficas viradas.

El día no iba a terminar ahí, tras una comida rodeados de gente de la promoción se volvió a tocar maniobra general, con el fin de poner rumbo a República Dominicana.

Aprovechando la ocasión, con las clases terminadas y vestidos de deporte debido a la maniobra, muchos miembros de la promoción decidimos hacer deporte mientras veíamos el atardecer en cubierta, una motivación extra para los que más les cuesta.

Durante la cena, pudimos ver una gran semifinal de la Copa del Rey y comentar el juego y el resultado entre todos los futboleros de la cámara.

Finalmente, tras la cena, los Guardiamarinas nos vimos obligados a ponernos a estudiar Ciberdefensa, ya que mañana nos enfrentamos al examen final de la asignatura, no sin antes desconectar escuchando el concierto con canciones de Loquillo o el famoso Paquito el Chocolatero.

En la mar, a bordo del B.E. “Juan Sebastián de Elcano” a 29 de febrero del 2024,

GM1º Javier Guitart Sánchez.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-02-27 / Vida a Bordo ]]>

En demanda de Santo Domingo nos encontramos surcando las aguas del Mar Caribe, ansiosos de avistar esa vieja España que es Puerto Rico y a continuación la isla de La Española. Rinde la tercera vigilancia durante la guardia de alba.

En el día de hoy se celebra el 487 aniversario de la fundación y ratificación del glorioso cuerpo de la Infantería de Marina (CIM). Un tal día como hoy en 1537 el emperador mundial Carlos I tuvo a bien crear el Tercio Viejo de Nápoles, el cual establecería las bases de embarcar infantería especializada en el asalto a las cubiertas de los buques y posiciones costeras enemigas.

Cabe destacar que la batalla de Santiago de Cuba, durante la Guerra hispanoamericana fue liderada en su mayoría por oficiales del real cuerpo de Infantería de Marina y cuyo arrojo consiguió retrasar el avance de los insurrectos y de las tropas norteamericanas.

El día transcurrió con normalidad, clases universitarias, algunas de carácter militar y una apasionada exposición sobre la historia y proyección del CIM de nuestros compañeros, Salvador Medrano, Enrique Paniagua, Miguel Martín, Adrián Almansa y Pablo Linares. Culminamos el día con el acto de conmemoración. Lectura del decreto de creación de la CIM, la ceremonia de transmisión de legado y por último el segundo mandamiento del decálogo escuchado por todos y gritado por nuestro compañero Pablo Linares.

Nos sigue sorprendiendo la inmensidad del legado que tienen las Fuerzas Armadas españolas y la cantidad de tradiciones que se mantienen. Considero que es nuestro deber como militares hacer más accesible al público toda nuestra historia, puesto que la tradición militar parece que tiene menos influjo a día de hoy.

Al final del día, después de una buena cena y haber hecho algo de deporte, en la Cámara se empiezan a acumular aquellos que van peor con las materias académicas, conferencias profesiones o recaladas. Todos trabajando a destajo para cumplir con los estándares y a ser posible, superarlos.

En la mar, a bordo del B. E. “Juan Sebastián de Elcano”, a 27 de febrero del 2024,

GM1º Nicolás García-Amorena Lorente.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-02-26 / Vida a Bordo ]]>

La ansiada llegada al Caribe

Nos encontramos navegando a levante de la isla de Santa Lucía, el día comienza a las 3 de la madrugada con la, deseada por todos, guardia de alba y su respectivo momento de respeto para el aseo personal y el arranchado antes del comienzo de la jornada.

La vigilancia transcurre con normalidad, con sus trabajos pertinentes y los primeros movimientos por cubierta por parte de los panaderos. Pero en cuestión de minutos el viento comienza a arreciar y el buque a escorar. Nos hemos topado con un chubasco, algo muy común en esta zona, pero la perspicacia del personal de puente y cubierta hace que lo libremos rápidamente. Por suerte durante la noche se cargaron las velas altas y eso hace que el chubasco se aleje sin mayor preocupación que la caída de unas bandejas en cocina que forman un fuerte estruendo.

Poco después de las 7 bajamos a la cámara de Guardiamarinas, ahí nos encontramos con nuestros compañeros y hacemos correr el rumor de la maniobra general a las 8. Puntual como un reloj escuchamos por órdenes generales el aviso y subimos rápidamente para virar rumbo al paso entre islas y para modificar el aparejo. Algunos como mi compañero Eloy y yo tenemos la suerte de acompañar a los gavieros y subir a los palos para dar las velas altas. Desde arriba todo se ve diferente, las preocupaciones se limitan a lo que tienes justo delante de las manos y, por supuesto, las órdenes que nos llegan del contramaestre desde cubierta. Las vistas son tranquilizadoras y la sensación de altura extrañamente reconfortante.

Tras acabar con la maniobra, bajamos para cambiarnos de uniforme y comenzar con las clases. Mientras estas transcurren algunos nos distraemos observando tierra por los portillos de la cámara, por primera vez desde la partida de Fortaleza. Las clases acaban con una nueva virada, esta vez para poner rumbo al oeste, entrar en el caribe y continuar con la derrota prevista.

Tras la comida y el descanso, necesario para los que empezamos el día antes que el resto, continuamos con el periodo lectivo de la tarde. A diferencia de la mañana, esta vez con clases de ámbito militar. Al finalizar la jornada, tiene lugar la misa y, posteriormente, la oración junto con la lectura de la orden diaria.

En el espacio de tiempo libre hasta el reparto de la cena, algunos deciden ejercitarse mientras otros prefieren aprovechar para adelantar en materia de estudios. Después de la cena, momento que tenemos para reunirnos todos y comentar el día, tiene lugar el concierto y con su finalización la inmensa mayoría nos retiramos a descansar, mientras unos pocos se quedan en pie por compromisos académicos.

En la mar, a bordo del B. E. “Juan Sebastián de Elcano”, a 26 de febrero del 2024,

GM1º Javier Mestre Mora.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-02-23 / Vida a Bordo ]]>

Continúa la travesía en aguas del Atlántico con rumbo a Santo Domingo, aunque todavía ello nos parece un horizonte muy lejano. Yo confieso que este es el puerto más ansiado por muchos.

Aquí, en el vasto océano, Elcano es el único testigo de los amaneceres más alucinantes que podamos haber visto nunca.

Durante la mañana se tocó maniobra general para izar escandalosas ya que el viento era idóneo para ello. Más adelante continuamos con las conferencias de historia. Esta vez tuvimos una reseña sobre la circunnavegación del globo de Elcano y Magallanes, haciendo hincapié en las consecuencias que este viaje acarreó en el curso de la historia.

La comida de hoy es algo para recordar, pues estaba deliciosa, y aunque comamos en varias mesas, durante el transcurso de ésta charlamos unos con otros alegremente. Después continúan trabajos para dotación y clases para guardiamarinas. Por la tarde, al finalizar trabajos, la vida alrededor sucede tranquilamente: unos estudian, otros van a misa, unos charlan con la mirada en la mar, algunos entran de guardia sin novedad, en el alcázar otros hacen deporte.

Al fin llega el ocaso y el tiempo mejora aún más. Hace buena noche para cazar el trinquete por lo que conseguimos dar un andar de 10 nudos a vela, lo cual nos deja a todos perplejos. El día acaba, como no podía ser de otra manera, con ‘Paquito el chocolatero’ retumbando en todas las cuadernas del barco acompañado del ¡eh-eh-eh! de nuestros compañeros en el concierto en cubierta.

No queremos cerrar este diario sin antes saludar a nuestras familias y amigos. Un abrazo a Ignacio y un beso muy fuerte especialmente a Cusimoni.

En la mar, a bordo del B. E. “Juan Sebastián de Elcano”, a 23 de febrero del 2024,

GM1º Rodríguez Torrente y GM1º Rizo Cuquerella.

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<![CDATA[ Cuaderno de bitácora / 2024-02-22 / Bitácora ]]>

Comienza la singladura navegando en el mar de Hoces en demanda del puerto de Punta Arenas.

Finalmente, el vuelo que esperábamos pudo llegar el día 17 a primer hora por lo que, despedimos a algunos de los científicos del primer proyecto que desembarcaban ya y posteriormente nos dirigimos a isla Decepción para hacer un traslado de personal. Al finalizar, pusimos rumbo hacia el mar de Hoces para iniciar, por fin, nuestro tránsito al tan esperado puerto. Esta vez, hemos tenido –sorprendentemente- un cruce con unas muy buenas condiciones meteorológicas.

Hoy, a media tarde, tras pasar el Cabo de Hornos, a la altura del paso Picton, embarcamos a los dos prácticos de la Armada de Chile que van a acompañarnos hasta nuestra entrada en Punta Arenas. Sobre las 21h30, cruzamos el paso de Mackinlay (igual que cuando recalamos en Ushuaia) pero esta vez, seguimos. Los más veteranos del lugar dicen que el paso de los canales patagónicos deja unos paisajes espectaculares de ver, esperemos mañana tener suerte con el día y poder disfrutarlos. Por último, el último tramo de la derrota consistirá en remontar parte del conocido estrecho de Magallanes. 

En puerto, además de aprovechar para descansar, realizar carga de material/víveres/combustible, etc., hemos organizado una excursión al parque natural de las Torres del Paine que, aunque está a unas 4h de distancia en autobús, es uno de los sitios imprescindibles que visitar.

Rinde la singladura sin más novedad.

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<![CDATA[ Vida a bordo / 2024-02-21 / Vida a Bordo ]]>

Recién salidos los primero rayos del sol, nos hemos levantado para dar la bienvenida a un día más en la mar. Desde esta mañana, las olas han estado golpeando continuamente el casco del barco por nuestra banda de estribor, incluso las más altas de estas han logrado saltar sobre la cubierta bañando con agua salada a aquellos que se decidieron a madrugar para hacer deporte en el alcázar. No obstante, gracias a nuestra Señora del Carmen el oleaje ha ido bajando de intensidad a lo largo del día, aunque mi atrevida inconsciencia tienda siempre a querer una mar embravecida.

Tras una mañana de estudio en la cámara de guardiamarinas, nos ha llegado una de las mejores novedades que podrían habérsenos presentado: el arreglo de la amasadora. Por fin y de vuelta como en los primeros días de navegación, vuelve a abundar el pan. Y así ha quedado de manifiesto en la hora del bocadillo, cuando unas cantidades muy generosas de pan con jamón han tocado para cada uno.

Mientras que el grupo A de clases acudía a un seminario de la asignatura del CUD, el resto de grupos ha asistido a las clases de deporte bajo una buena solana, que para los que nos habíamos cortado el pelo exageradamente la noche anterior, ha acabado en una lección personal sobre la importancia de usar crema solar con el pelo rasurado.

El resto del día ha transcurrido con total normalidad, entrelazando las guardias, estudios y clases propias del horario. Así hasta fin de actividades, aprovechando desde entonces al máximo el poco tiempo libre para hacer deporte, estudiar el examen de Operaciones Anfibias que tenemos mañana los Infantes o asistir a la Misa diaria.

Bajo un cielo parcialmente estrellado por la influencia de las nubes, y una impresionante luna gibosa creciente, hemos despedido este martes 20 con un animado concierto en cubierta. Son enormes las ganas de llegar a Santo Domingo, y solamente pensar en la huella que nuestros compatriotas hace 500 años tuvieron a bien en dejar en la isla hace de nuestra singladura una buena oportunidad, entre otras tantas cosas, de enorgullecernos de nuestro pasado.

Quiero aprovechar y a título personal enviar un abrazo muy fuerte a mis padres, hermanos, abuelos, tíos y primos. Mis padres suelen preguntarme siempre por cuándo escribiré en este apartado, y aquí está por fin. Hermanos, me acuerdo mucho de vosotros, ojalá estuvierais aquí para vivir esta aventura conmigo.

En la mar, a bordo del B. E. “Juan Sebastián de Elcano”, a 21 de febrero del 2024, 

El GM1º Pablo Linares Goenaga.

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