El pasado 12 de junio, el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Teodoro López Calderón, asistió a la reunión bienal del Capítulo de la Orden de San Hermenegildo, acto presidido por S.M. El Rey Felipe VI, quien impuso las condecoraciones a los miembros del Ejército y de la Guardia Civil que han tenido una conducta intachable en su carrera.
La tradicional ceremonia tuvo lugar en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en Madrid, con la presencia de la ministra de Defensa Margarita Robles. También asistieron el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el presidente de la Comunidad de Madrid, y el gran Canciller de San Hermenegildo, almirante general Manuel Rebollo García.
Tras pasar revista S.M. El Rey a la Unidad de Honores de la Guardia Civil formada en la explanada de La Lonja, y saludar a las autoridades civiles y militares allí presentes, impuso las condecoraciones –gran cruz, placa, encomienda y cruz – a los alrededor de 260 miembros de los tres Ejércitos y Guardia Civil que ingresaron y han ascendido en la Orden de San Hermenegildo.
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo fue creada por Fernando VII en 1814, a propuesta del Consejo de Guerra y Marina. Tiene por finalidad recompensar y distinguir a los Oficiales Generales, Oficiales y Suboficiales del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire, de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de la Guardia Civil, por su constancia en el servicio y la intachable conducta, a tenor de lo que establecen las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.