El patrullero de altura “Atalaya” ha zarpado hoy desde su base en Ferrol, dando comienzo así a un despliegue que tendrá una duración de cuatro meses, en los que el buque permanecerá integrado en la estructura operativa de las Fuerzas Armadas.
La primera de las tres fases en las que se divide este despliegue se extenderá hasta principios de septiembre, y comprenderá el tránsito hasta el Golfo de Guinea e incluirá actividades de Seguridad Cooperativa con las marinas de Mauritania y Cabo Verde.
En la segunda fase, el buque permanecerá desplegado en las aguas del Golfo de Guinea y llevará a cabo actividades en el ámbito marítimo con Costa de Marfil, Gabón, Nigeria, Camerún, Santo Tomé y Príncipe, Angola y Ghana, con el objetivo de incrementar el conocimiento mutuo y ayudar a reforzar las capacidades de los países ribereños.
En la última fase se realizarán actividades de Seguridad Cooperativa en Senegal y de nuevo en Cabo Verde, así como actividades de cooperación militar con Marruecos.
Plan de Diplomacia de la Defensa y Seguridad Cooperativa
Al igual que ocurrió con el patrullero “Serviola” en el primer semestre de este año, el “Atalaya” apoyará el Plan de Diplomacia de la Defensa, cooperando con los países ribereños del Golfo de Guinea en el desarrollo de sus capacidades, fomentando el conocimiento y confianza mutuos y contribuyendo al incremento de la seguridad marítima regional, que a su vez repercutirá en un incremento de la seguridad de España.
El patrullero de altura “Atalaya”, al mando del capitán de corbeta Valentín Calvar Cerecedo, es el cuarto y último buque de la clase “Serviola”, y tiene su base en el Arsenal Militar de Ferrol (La Coruña). Fue construido por la antigua Empresa Nacional Bazán de Ferrol (hoy NAVANTIA), y entregado a la Armada en junio de 1992. Tiene una eslora de 68,65 metros y una manga de 10,40 metros. Sus principales misiones son las Operaciones de Seguridad Marítima, Operaciones de Seguridad Cooperativa y las operaciones de Apoyo a otras Autoridades del Estado.